Del discurso Socialmente Responsable, al comportamiento ético empresarial… ¡Retomando la ética empresarial!

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Continuando con la reflexión sobre la relación estrecha entre la RSE y la ética empresarial, considero indispensable el pasar del “discurso” a la “práctica” de la Responsabilidad Social Empresarial desde un claro entendimiento de lo que hoy día, conocemos como RSE.

Para ello en la actualidad, la definición de Responsabilidad Social mundialmente aceptada, es la propuesta desde hace varios años por la Norma ISO 26000 aprobada como norma voluntaria en Guatemala, que literalmente dice: “Responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas; cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normativa internacional de comportamiento; y esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica en sus relaciones”.

Como lo vemos en esta definición, la misma norma nos lleva a entender, que la primera responsabilidad que tiene una organización, en este caso  -una empresa- es tener la capacidad de identificar y reconocer  sus impactos (positivos y negativos) que potencial, o realmente produce en la sociedad y el medio ambiente a través de la forma en que opera y se conduce, lo cual se sintetiza en comportamiento ético.

La ética es el elemento medular de la Responsabilidad Social Empresarial. No podemos evitar una conversación sobre RSE sin mencionar de inicio, que la base de la estrategia de una empresa deben ser los valores y la conducta ética con la que nace, y hace negocios la empresa; pues es acá donde se evidencia el valor intrínseco de la RSE como elemento que propicia la competitividad y el crecimiento de la empresa.

Una empresa sin un comportamiento ético, está condenada a fracasar.  El daño causado por la ausencia de ética  se materializa en indicadores monetarios y financieros, ya que el nivel de exposición reputacional, falta de integridad de los colaboradores y el impacto negativo de las decisiones que en el marco “antiético” bajo la cual se conduce a una empresa, siempre tiene un costo económico en perjuicio de la empresa.

Es por lo anterior, que considero fundamental el llevar la RSE a la práctica empresarial, primordialmente desde la mirada de gestión del negocio, de los principios y valores con los que se genera empresarialidad…

 

Muchas gracias.