La reputación se puede definir como la opinión o consideración que se tiene de alguien o algo, esta puede ser buena o mala, dependiendo de las acciones que se realicen. Construir una reputación positiva es una tarea que lleva años y que requiere de constancia y coherencia, pero para perderla, unos cuantos minutos bastan, ya que todo el buen trabajo que se realiza por un largo período de tiempo, puede quedar destruido por una acción equivocada o un comentario desacertado.

Al hablar de reputación y negocios se hace necesario que toda empresa tenga una trayectoria consolidada, pues sólo así conseguirá afianzarse, proporcionar solidez a sus resultados y mejorarlos, pues logrará la captación de nuevos clientes que sientan confianza y vean una buena imagen de la organización. Incluso, gracias al avance de Internet y las redes sociales, ha surgido el concepto de reputación online; algo que las empresas no pueden dejar pasar por alto.

Definitivamente, la reputación de una empresa es un asunto que debe ser manejado por profesionales en imagen y Relaciones Públicas, quienes se encargarán de velar por el cumplimiento de estos objetivos, mediante 4 pilares de acción:

  1. Definir metas: establecer los aspectos por los que se quiere diferenciar del resto y ser reconocidos.
  2. Diagnosticar: ¿Cuál es la realidad de la organización y el reconocimiento que de esa realidad hacen sus grupos de interés? De esta manera, será más sencillo saber cómo actuar.
  3. Gestionar: al trabajar para construir una buena reputación, se debe tomar en cuenta  la realidad de la organización, los aspectos a solucionar en el desempeño de la empresa deben ser prioridad.
  4. Comunicar: definir qué hechos, logros, compromisos de la organización se deben comunicar. Es importante saber de qué manera se van a difundir, a quién y cuándo.

 

El cliente es pieza fundamental del desarrollo y razón de ser de las empresas. Las personas usualmente toman decisiones desde una parte racional y desde otra emocional, lo cual las hace pensar cosas como “me parece, pero hay algo que no me convence” o “me gusta mucho, pero los beneficios son confusos”. Tener una buena reputación empresarial hará que las personas no lo piensen dos veces y escojan lo que para ellos será la mejor opción en cuanto a sus necesidades.

 

Fuente: Villafañe