En múltiples ocasiones se ha dicho que la comunicación es un proceso importante en la vida de las personas, pues esta permite establecer redes de conectividad para que puedan transmitir ideas, sentimientos e información mediante diferentes canales, a la vez de vencer ciertos factores que pueden interponerse, como el tiempo y la distancia.
Para que la comunicación sea efectiva debe considerarse una serie de factores intrínsecos y extrínsecos para que los mensajes lleguen de manera adecuada al receptor o interlocutor. Por ello, se debe considerar que no solamente la persona quien habla desempeña un rol vital en este proceso, sino también quien escucha. Recuerde que lo más importante en un proceso de comunicación no debe limitarse a lo que se quiere decir, sino también a lo que la otra persona comprende, ya que el sentido del mensaje puede variar como consecuencia de un manejo inadecuado en lo que se expresa. En este sentido, la intencionalidad del mensaje puede variar con una mínima inflexión en el tono de voz, o cambio de la expresión facial o corporal. Por lo tanto, es indispensable también que en todo proceso de comunicación se practique la escucha activa, asertiva y proactiva.
En cuanto al ámbito organizacional es importante tener una comunicación efectiva a nivel interno con todos los empleados que conforman la empresa, así como a nivel externo con todas aquellas personas que se relacionan con la organización, ya sea clientes, proveedores, visitantes, entre otros. Para que la empresa pueda avanzar y crecer de manera correcta, la relación con estos dos públicos debe ser la más adecuada. Ambas van de la mano, no se llegarán a metas ni objetivos si una de las dos no está funcionando de manera eficiente.
En la comunicación interna, es decir, los procesos que se dan entre los colaboradores de la organización, es importante tener en cuenta lo que se quiere decir y la manera de cómo transmitir mejor el mensaje, sabiendo que existe una diferencia entre lo que se recibe y lo que se percibe. Para lograrlo, se vuelve vital el fomentar la participación y el compromiso de las personas que conforman la organización, así como el saber utilizar los canales internos que se tienen a disposición para hacer llegar estos mensajes.
Para lo que respecta a la comunicación externa, en términos sencillos, esta consiste en dar a conocer la empresa a los demás. La importancia reside en proyectar, promover y reforzar la imagen organizacional, saber publicitar los proyectos o actividades, y tomar en cuenta a las personas claves a quienes se debe dirigir la comunicación para conseguir su participación e interacción. Por ello, nunca olvide cómo su empresa es percibida por su público y cómo quiere ser recordada por sus clientes. No se conforme con la posición que ha ganado y vaya siempre un paso adelante de las necesidades de su público para que pueda establecer mediante un plan de acción de comunicación externa, todas aquellas acciones que le sean más efectivas para alcanzar los objetivos de negocio.
Fuente: CM3Sector